Haciendo zapping, haciendo el amor (parte 1)

Zapping. Tomo el control remoto, decido ver algo de tele y voy de un canal a otro del cable buscando; ¿buscando qué?. Quien sabe, ni nosotros mismos a veces sabemos lo que buscamos.
¿Un canal erótico/porno?. No. Definitivamente para mí es muy explícito. La explicitación hace desaparecer la seducción y el erotismo. Me gusta imaginar, me gusta creer que estoy innovando y no copiando hasta los gemidos. Definitivamente me corta cualquier inspiración.
¿Policiales? Tal vez, pero siempre el mismo psicópata, siempre la misma inocente víctima que luce hermosa hasta en los peores días de su cautiverio.
¿de amor? mmmm, tal vez, estoy con ganas de ver una romántica pero me termino deprimiendo porque se la pasan diciéndose "Honey, i miss you, i love you" mientras que tu marido te llama para preguntarte si ya estás preparando la cena....mejor paso, bastante inverosímil.
¿Noticieros? No gracias, la realidad también la veo en la calle.
En fin, sigo pasando y paso dibujitos, series de enfermos, series de chicos lindos y gente perfectamente operada, series de abogados que luchan por el bien, programas de animales, de plantas, de venta directa, de consejos para la mujer....

Qué puedo ver, que puedo hacer?. Mejor apago la tele y miro al techo, pero (como decía una canción) en el techo no hay nada, hay solamente un techo.

Entonces pienso en hacer mi propia película de amor ¿pero cual?. También en mi cabeza hay un zapping, cada historia que empiezo me parece que no sé que final quiero que tenga ¿un final feliz es realmente feliz?.

Y ahí empiezan los problemas, ahí empiezan las dudas, las culpas, los mandatos con los que una fue criada. Todo se mezcla, todo estalla, todo se yuxtapone. Finales felices vs finales inconclusos, finales abiertos, finales que son el principio de otra cosa.

A veces creo que pensamos en los finales antes de empezar a pensar en los comienzos, en el desarrollo, en lo que está en el medio. A veces empezamos y terminamos rápido y por ende, mal. ¿Será que hay que empezar de nuevo?. Empezar con otra idea, quizás con la certeza de no tener ninguna idea e ir viendo qué pasa.

Y sigo preguntándome cómo armar esa historia de amor, y entonces me doy cuenta que estoy tratando de entender como se hace el amor. Siempre que hablamos de amor pueden entrar muchos amores, muchas historias, muchas acepciones o definiciones. Pero cuando decimos "hacer el amor" solo entendemos una, solo entendemos que hacer el amor es entregarse a otra persona.

Entonces me pregunto: ¿hay que entregarse para hacer el amor? y si te entregás ¿cómo sabés que el otro también se entregará?¿puede ser rechazada esa entrega? ¿puede alguien quierer hacer una devolución? ¿está bueno que la devuelva? ¿acaso cuando hablamos de devolución no entendemos que lo que brindamos, lo que dimos no gustó?. Entonces pensamos en reciprocidad y pensamos en que debe existir ese ida y vuelta en el amor, ese intercambio de sentimientos y ese intercambio de sensaciones deben ser recíprocas. ¿por qué? ¿todas las historias son así? ¿solo se entrega alguien que sabe que tendrá reciprocidad? ¿eso es el amor?. Yo solo pregunto para armar mi historia, porque a veces nos olvidamos de preguntar.

Entonces salto nuevamente a los mandatos, a lo que nos enseñaron de chicos, a lo que fuimos aprendiendo, a lo que fui desaprendiendo y volviendo a armar en la vida. Y sigo pensando que de eso se trata justamente...de empezar cada día, de armar día a día, de hacer el amor así como sale, de vivir sin tanta certezas, sin tanta condición para llegar al final. Pienso en mi historia de amor, no la propia, sino la que quiero imaginar, la que puedo armar y desarmar. Pienso y la vislumbro sin final, sin mandamientos ni ataduras, sin perdices ni noche de bodas. Solo el nacimiento, el inicio. Sin zapping, haciendo el amor.

Como bien decía la peli de "Cars"... La vida es un viaje, disfruta el camino.