24.11.10

Juegos (Una de vaqueros)

Estos últimos días por alguna extraña razón (o no) estuve recordando aquellas lejanas épocas de cuando éramos chicos y se me dio por volver al blog con este tema y compartirlo.Remontarnos y trasladarnos a cuando éramos "peques".... si si, más chicos.

Aquélla época en la que no teníamos más responsabilidades que ir al jardín de infantes. Aquélla época que nos encantaría muchas veces volver a vivir cuando vemos a nuestros chicos jugando felices sin más preocupación que tomar su chocolatada a la tarde, o jugar con tal o cual amiguito. Aquella época en la que el juego era nuestro principal aliado, nuestra vía de escape oficial y socialmente aceptada.

Juegos.

Quién no recuerda en su infancia haber elegido jugar a los vaqueros, a los indios, al policía, al ladrón, a la princesa rescatada del alto castillo, a ser vedette, a ser bailarina. Estaban los de destreza como la mancha, el quemado, la rayuela, la soga. Muchas veces también los juegos incluían situaciones más reales, ser mamá, trabajar, retar a los chicos, ser doctor (si, también obviamente), peluquera, cocinera... También estaban los clásicos como la pelota, el yo-yo, las figus, los autitos, las barbies o similares muñecas "articuladas" (yo tenía una Yoly).

En mi barrio tenía dos mejores amigos, vivían en la misma cuadra que yo y siempre era un básico por ley, encontrarnos para jugar por la tarde. Claro que como ellos eran varones y yo una niñita, la mayoría de las veces ganaban en la votación y me quedaba mirando el clásico Vaqueros contra Indios, por lo menos un rato.

A Iván le gustaba ser el vaquero, ese que disparaba y listo, nunca fallaba e infalible eliminaba al peligroso "piel roja". En cambio Julián, siempre era el Indio y no por eso más vulnerable. Lanzaba sus certeras flechas envenenadas hacia el vaquero que a veces agonizaba pero iba hacia una muerte segura.

Años más tarde, ya más grandes y hablando con "el indio", salió el tema de los juegos en la vereda, esa infancia que tanta felicidad nos había dado y habíamos compartido. Y en eso mi sorpresa fue mayor cuando me di cuenta que nada estaba dejado librado al azar en aquél entonces.

Ser indio era mejor y los motivos eran puntuales y basados en las reglas que tenía el juego (cosa que hasta entonces yo no lo sabía) a saber:

El indio tiraba flechas certeras y envenenadas lo que no daba espacio para la actuación para el momento del deceso. Mataba y listo.
El vaquero, en cambio de acuerdo a los cánones que mostraban las películas de aquél entonces disparaba como mínimo 3 tiros ya que las balas no se ven y por más certero que fuera el tirador mandar un solo tiro no era reglamentario.

Conclusión: La muerte del que era alcanzado por las balas era más actuada, más agonizante, tenía más tiempo de escena dramática y por ende mi mayor atención porque siempre me tocaba hacer de aquella damisela (o indiecita según el caso) sobre cuyo regazo se despedía el herido. Sin duda alguna era más "romántico".

Así estaban las cosas: uno elegía la muerte instantánea y el otro optaba por una lenta agonía que finalizaba en brazos de su amada. Tema que me resulta conocido y familiar porque en el mundo adulto están quienes continúan con sus estrategias similares a la del indio y del vaquero. Está quien elije ser flechado y caer ruidosamente con la flecha en su corazón, envenenado y vulnerable a cualquier flechazo.

Claro que también están los que se exponen a los disparos de sus rivales sin pensar en dónde irán a parar las balas, pero si tienen la suerte de que los tiros peguen en órganos no vitales, podrá ir a cobijarse a los brazos de su amada haciendo así un despliegue de seducción cual pavo real y agonizante!.

Jugar es clave y más aún cuando existen reglas claras. Uno va aprendiendo y se va probando al mundo y contra al mundo. Todos los juegos son importantes y cada uno despide un perfume de importancia que los convierte en trascendentes y que por ello de chicos los practicamos y los vamos perfeccionando hasta generar el método infalible. Pero allí, como escondido siempre queda alguno, alguno más trascendental, más importante; ¿te acordás cual era el tuyo? A qué jugabas y por qué?

Dale! Animate a jugar y recordar. Juguemos a eso.

7 comentarios:

Fran dijo...

Me acuerdo cuando me subia al tren que pasa por atras de mi casa...

hace 6 años nomas, no mucho ;)

Trocamundos dijo...

Yo me acuerdo que en preescolar siempre elegía la casita y me gustaba ser la mamá, si no, elegía los bloques y armaba casas y torres. Me acuerdo que me quedaba con las ganas del rinconcito de experimentos porque en el momento de elegir iba a lo bueno conocido.
En los recreos me gustaba ser la mujer maravilla, jugaba contra los varones que eran los villanos, me ganaban siempre, claro, ellos eran más. Nunca entendí por qué en la tele ella ganaba y yo perdía siempre, un día opté por quedarme todo el recreo detrás de un macetón para que no me vean, pero me aburrí tanto que preferí seguir perdiendo que pasarme los recreos refugiada tras de un macetón.
Hoy tengo el título de recreóloga (es una carrera terciaria) y aplico mis conocimientos lúdicos en el aula (soy docente) creo que el juego es cosa seria y que es la mejor manera de aprender las cosas que luego perduran en la vida...

Sebastián dijo...

con mi amigo de toda la infancia eramos super piolas, y cuando jugábamos a la escondida, nos cambiábamos la remera o el buzo, o alguna zapatilla, y nos escondíamos en algún lugar pero dejando esa parte al descubierto. Era así que el que tenía que contar y encontrar a cada uno se equivocaba, y tenía que seguir contando y se generaba mucho caos y confusión y después ya nadie estaba seguro de más nada.
Esto pasó hasta el día en que crecí de golpe.

Si, mi reina dijo...

Yo me crie con mi hno y mis 2 primas y siempre jugabamos a la mamá:lease cocinitas, carteras, coches,bebes, etc. Y a la maestra, a eso me gustaba jugar sola, sentaba a todos mis muñecos en una cama, le ponía libros frente y a estudiar!. Tuve un amigo q me crie con el, q siempre jugabamos al papá y la mamá.......mejor no cuento como termine 10 años después......Y mi amiga de siempre M.Laura,amigas, rivales, confidentes, hermanas, todo eramos.
Yo siempre fui muy ordenada para el juego, y asi sigo siendo en la vida...demasiado ordenada:aveces esta bueno desestructurarse.
Gracias amiga x los buenos recuerdos q trajo. Besos

Carlos dijo...

...muy lógico evitar el sufrimiento, vemos que desde niños actuamos con cordura, los primeros razonamientos no?

Yo jugaba a los bomberos con agua de verdad jajaja.

Saludos.

Anónimo dijo...

Buen articulo, estoy de acuerdo contigo aunque no al 100%:)

Iván Dawidowski dijo...

A la mamá y el papá. A policías y ladrones. Al almacén (sí, al almacén). Esos eran los juegos con que nos divertíamos mis hermanas y yo.

Ya un poco grandecitos, con los chicos de la cuadra, los juegos siempre involucraban algún superhéroe de los que veíamos en la tele a la hora de la merienda.

Gracias por este paseo a nuestras infancias!

Este mes...

En las épocas pasadas las cosas eran distintas. Un beso se guardaba.... Los libros que he leído

Fijate de que se trata en PERFUME DE MUJER. Mi otro blog.

Dejate embriagar.

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